La adaptabilidad es una capacidad que en la actualidad debemos tener presente. En la mayoría de las empresas surgen constantes cambios y es importante estar preparados para ellos, los cambios en las tecnologías de la información aplicados en los procesos de las empresas son de los principales que debemos tener en consideración para lograr esta habilidad.

Para desarrollar una adaptabilidad favorable es necesario tener predisposición ante los cambios, constante actualización en las funciones que desempeñamos, actitud optimista, innovación, asumir responsabilidades, perseverancia, etc.

Como nos dice Rodríguez Parrón, M. (2007); “La adaptabilidad individual es una dimensión de la empleabilidad, junto con la identidad de carrera y el capital social y humano, que afecta a las posibilidades de desarrollo profesional, a la satisfacción laboral y, en definitiva para evaluar la adaptabilidad de los adultos”

Vega, R. (2012); nos habla de “Las 8 formas como se manifiesta la adaptabilidad”. Lo que se buscaba desde la alta dirección era que los colaboradores poco a poco comenzarán a incorporar en el actuar de su día a día estos comportamientos, los cuales se citan a continuación:

1. Desarrollamos la sensibilidad para leer el entorno proactivamente.

2. Actuamos con motivación y apertura y no nos quedamos en el pasado ni nos abrumamos por el futuro.

3. Reconocemos el cambio como una oportunidad para aprender y ser mejores, no lo evadimos.

4. Somos responsables de nuestro propio cambio y promovemos el de otros.

5. Construimos el propósito de cambio para darle sentido a los nuevos desafíos.

6. Incorporamos los aprendizajes, incluyendo los que provienen del error.

7. Damos y recibimos retroalimentación asertivamente.

8. Conversamos para construir nuestro nuevo actuar sin evadir temas complejos.