Es claro que no todo en la vida es color de rosa. A diario hay problemas que, por más pequeños que estos sean, probarán nuestras habilidades para poder resolverlos, evitando que se conviertan en una bola de nieve infinita que nos cueste cada vez más detener. Justamente esta habilidad para resolver problemáticas se vuelve esencial en el ámbito laboral. Actualmente, las empresas buscan de manera activa que sus elementos cuenten con esta competencia; ya que les permite evaluar, junto a otras soft skills como resiliencia y tolerancia a la frustración, que tan buenos son los elementos de la misma para poder analizar, entender y resolver cualquier situación que se les presente, sea cual sea la índole y/o criticidad de esta. De hecho, se está volviendo tan importante, que varias consultoras prevén que este soft skill esté dentro del Top 3 más buscado por las empresas a lo largo del siguiente año. (RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS, UNA DE LAS CAPACIDADES MÁS DEMANDADAS DE HOY, n.d.)

La psicología moderna ha buscado un golden standard para poder tener una metodología que pueda resolver cualquier problema que se nos presente; no obstante, y como bien dice el dicho: “cada cabeza es un mundo”, cada persona se sentirá más cómoda de una manera o de otra. A pesar de esto, la mayoría de dichas metodologías, así como una gran parte de los ejercicios que se hacen al resolver este tipo de situaciones han arrojado varios puntos en común que pueden servir como base para tener una idea de que hacer para resolverlos.